Origen

No se puede decir que en mi casa les gustara el deporte, más bien todo lo contrario, mi padre odiaba el fútbol y no se veía nada de deporte en la tv. Sin embargo íbamos casi todos los fines de semana al campo y sobre todo a La Pedriza. Con 8-10 años me perdía solo durante horas entre las rocas, escalando y trepando a sitios difíciles, cuando lo pienso me sorprendo de haber sobrevivido. Supongo que ahí desarrollé mi amor por las montañas. Recuerdo que empecé a montar en bici bastante tarde, con unos 10 años, y mi primera bici fue una G.A.C. a la que doblé la horquilla haciendo “motocross”. Mi primera mountain bike llegó desmontada vía USA en 1990, cuando la llevé a una tienda de bicis, ¡no sabían montarla!. Pero solo la usaba esporádicamente, la verdad es que en ese momento no me enganchó. Luego no hice nada de deporte hasta los 26 años, trabajaba muchas horas.

La actividad deportiva llegó a mi en dos etapas definidas, y de forma “accidental”, ¡literalmente!.

Estaba corriendo en karts de competición y me fisuré una vértebra dorsal que me tuvo tres meses bastante postrado, solo podía estar tumbado, y sentado a duras penas pero con muchos dolores. Cuando me recuperé el médico me dijo que debía hacer deporte, natación, pesas, y esas cosas. Me apunté a un gimnasio, y ¡nadaba dos kilómetros todos los días!. Después ya no paré!

Más tarde me compré una bici de carretera con la que hacía muchos kilómetros los fines de semana con un vecino. En 2005 me compré mi primera mountain bike decente, una Merida rígida con horquilla de 100mm y frenos de disco que pesaba 16 kilos, con la que descubrí Guadarrama y me enamoré perdidamente del mtb.

También practicaba otros muchos deportes que me apasionaban, submarinismo, esquí, alpinismo, trekking, trail running, frontón, etc.

Talus, un guiño a la tragedia.

Pero otro accidente en el Pico Almanzor en el que estuve a punto de perecer en 2009 cambió mi vida para siempre. Tuve múltiples fracturas por todo el cuerpo, estuve dos meses tumbado en una cama, un mes en silla de ruedas y diez meses con muletas y luego bastón. Tuve que aprender a caminar de nuevo. Mi tobillo izquierdo, concrétamente el astrágalo (Talus) que soporta todo el peso de nuestro cuerpo quedó muy dañado, literalmente hecho conminutas, polvo de hueso, y desalineado. Tuve que pasar por varias operaciones y desatinos médicos que me hicieron desesperar en más de una ocasión.

Los médicos me dijeron que no volvería a hacer deporte. ¡No dejes que nadie te diga lo que puedes o no puedes hacer!

No podría volver a correr, ni hacer trekking, ni alpinismo, casi nada, al principio fue muy duro aceptarlo. Mis piernas después de tantas operaciones y escayolas habían perdido toda la musculatura, así que lo único que podía hacer para recuperarme era dar pedales, y la bici era el único vehículo que podía llevarme de nuevo donde quería estar sin tener que caminar, a mis queridas montañas. Así que me puse a ello, y aquí estoy!!

TrackMtb

En 2012 conocí a Álvaro y montamos TrackMtb, pero a los pocos meses en una caída con la bici me rompí la tibia, el peroné, y sí! ¡el otro astrágalo!. Otras dos operaciones y varios meses de recuperación.

No me duelen los tobillos casi nunca, mi médico personal, que tantas veces me ha reconstruido no se lo explica, y juego al frontón hasta tres horas!. Me dice que soy un milagro con patas. Está claro que tengo fecha de caducidad, como los yogures!.

Me considero un rider diferente al resto, simplemente porque hago algo que no debería hacer. Tengo que tratar de no caerme. Pero siempre voy por los sitios más técnicos y complicados porque es lo que me gusta.

Se puede decir que la bici me ha devuelto la vida, me ha dado casi todo. Cada vez que guío turistas en las rutas y pienso que me pagan por hacer lo que me gusta, por montar en bici, no puedo evitar sonreir. Tengo un trabajo que me apasiona con TrackMtb, y como colaborador de las revistas Bikes World y Ciclista y muchos más proyectos en el tintero.
En la actualidad vivo ese famoso dicho: “Haz lo que te guste y no trabajarás un solo día en tu vida”. Doy fe!

Un saludo a todos mis amigos, seguidores, y gente que me apoya y me quiere. Y en especial a mi familia y en concreto a mi mujer Vicky, sin ella no habría podido salir adelante.